iPhone 4S vs. the smartphone elite: Galaxy S II, Bionic and Titan
Recién acaba de salir el iPhone 4s de Apple ( y que realmente es superior a otros Smartphone) veamos una tabla comparativa de las características de algunos de los mejores Smartphone del mercado de gama alta.
Juzguen y elijan su mejor opción.
Eres un usuario silvestre computacional o bien quieres aprender trucos o cosillas basicas de tu artilugio llamado PC esta es una web ideal para ti.
domingo, 15 de abril de 2012
¿Realmente necesito una tablet?
Terminó el Mobile World Congress 2012 y, como siempre, nos ha traído nuevos y poderosos dispositivos. Como siempre también, muchos esperamos a esta feria para decidirnos en nuestra compra. En los próximos dos artículos vamos a ver unos cuantos consejos para decidir si nos merece la pena comprar una tablet y, en ese caso, cómo debemos elegirla.
¿Para qué sirven?
Esta es la primera pregunta que a todos nos viene a la cabeza. La siguiente es “Si ya tengo un smartphone y un portátil, ¿para qué la quiero?”. Las respuestas a estas cuestiones son difíciles. Las tablets son dispositivos que realizan muchas tareas que ya hacemos con ordenadores y smartphones, pero sin llegar a sustituir a ninguno de éstos.
1- Acceso a Internet
Este es, muy posiblemente, el mayor atractivo de estos dispositivos. La inmensa mayoría de las tablets cuentan con una conexión Wi-Fi, pudiendo acceder a internet desde diferentes lugares. Además, muchas tienen conexión 3G para conectarnos a la red gracias a una tarjeta SIM. Básicamente, lo que todos solemos hacer al conectarnos es navegar, descargar software y contenido multimedia, acceder a nuestro correo y, por supuesto, estar al día en nuestras redes sociales. La usabilidad de las tablets es inferior a la que podemos tener con un portátil, pero son mucho más cómodas de transportar y la pantalla es mayor y mejor que la de los smartphones.
2- Aplicaciones y juegos
elegir una tablet Galaxy Tab 10.1Ya sabemos todos que lo primero que hacemos como novatos de Android es llenar nuestro dispositivo de apps. Poco a poco, vamos perfilando nuestras verdaderas necesidades y vamos instalando aplicaciones y juegos que nos interesan de verdad. Con ellas podremos hacer de todo: trabajar con archivos que estén en la memoria de nuestra tablet, todo lo relacionado con internet, aumentar nuestra productividad y nuestro ocio con lo almacenado en la nube (archivos de texto y hojas de cálculo, música y cine en streaming, etc) y, por supuesto, jugar. Es el dispositivo ideal para cuando salimos de viaje, donde nos podemos llevar todo lo que necesitemos en muy poco espacio.
3- Multimedia
Otro de los puntos fuertes de estos dispositivos. No sólo podemos reproducir música y vídeo, sino que podremos gestionar todos los servicios on line como Flickr!, Picasa, Youtube, etc. Y no olvidemos que nuestra tablet se puede convertir en el verdadero corazón multimedia de nuestra casa: gracias a las conexiones Wi-Fi y, sobre todo, a las DLNA, podemos reproducir los contenidos de la tablet en nuestro televisor.
4- Leer
Desde hace mucho tiempo ya, casi cualquier dispositivo permite leer documentos (de texto, hojas de cálculo, pdf), y las tablets no podían ser menos. Además, podremos leer diferentes tipos de ebook. En cuanto a si es mejor una tablet o un e-reader, lo veremos más adelante.
Tecnología
Como hay muchos tipos de tablets, veremos sólo las principales características.
1- Pantalla
Una de las partes más importantes de una tablet es la pantalla. Ella es la que determina el tamaño general del dispositivo y, muchas veces, su precio. Las hay de muchos tamaños pero la mayoría oscila entre las siete y las diez pulgadas, casi todas con tecnología táctil multipunto para poder usarlas con varios dedos a la vez (no sólo dos).
2- Conectividad
Es imprescindible un acceso a internet, bien por Wi-Fi, bien por 3G. Además, muchas traen conexión USB (excepto el iPad) y bluetooth.
3- Sistema Operativo
Aunque existen varios, ya sabréis los que leáis este blog las bondades de Android (Además de ser el S.O. instalado en la mayoría de las tablets). Cuando compréis una deberéis tener cuidado con la versión de Android. En general debería tener la 2.2 (Froyo) o 2.3 (Gingerbread), aunque lo ideal sería que llevara la Honeycomb (3.0 o superior), aun son muy pocas las que incluyen Ice Cream Sandwich (4.0) que es la versión definitiva que unifica los smartphones y tablets Android. Tened en cuenta también que sólo las más potentes serán actualizadas y cuidado con la publicidad engañosa, que hay periódicos que ofrecían “tablets con Android 4.0” antes incluso de que Google lo sacara.
4- Procesador
elegir una tablet Asus TransformerComo en toda máquina informática, es el corazón del equipo y, por tanto, parte esencial de él. En la gama alta actualmente el estándar está en procesadores de 1 GHz, con doble núcleo, aunque también podemos encontrarlos a 1’5 GHz y con cuatro núcleos. Obviamente si lo que pretendemos es poder ejecutar las aplicaciones más exigentes (juegos en 3D por ejemplo) deberíamos optar por uno de éstos. Pero no todos necesitamos semejante máquina para nuestras habituales navegaciones por Internet, ver películas y leer libros y revistas, para lo que valdrían la mayoría de las tablets del mercado.
5- Memoria
Otro elemento que no debemos obviar, como en nuestros ordenadores. Las tablets poseen memoria RAM, además de la de almacenamiento. La primera será vital para determinar el rendimiento de las aplicaciones… y también el precio. Las más básicas tienen 512 MB y las de alta gama ya llegan hasta los 2 GB.
Pero… ¿en qué se diferencia una tablet de un portátil?
Pues, además de lo obvio (el teclado), hay varias diferencias:
Sistema Operativo – Claro. Ya no trabajaremos con Windows, ahora tenemos para elegir iOS, Linux, QNX (de RIM) y, por supuesto, Android. Y todos estamos expectantes para ver la nueva interfaz táctil de Windows 8.
Uso – Como muy bien dijeron Carlos y Jaume en uno de los Pregúntale a Andro4all, la tablet es básicamente para consumir contenidos, mientras que el portátil servirá mejor para crear contenidos, y a ello están enfocados tanto el hardware como el software.
Interfaz – También muy obvio. Las tablets han sido diseñadas para ser controladas mediante una pantalla táctil, y el software está diseñado para una mejor usabilidad, más fácil e intuitivo.
Movilidad – Aunque ambos dispositivos son diseñados para ser transportados con facilidad, en los tablets este deseo está llevado a su máxima expresión. Mucho más ligera, pequeña y manejable la tablet resulta mucho más cómoda para transportarla.
Autonomía – Aquí sí que hay diferencia. La duración de las tablets son mucho mayores que las de los portátiles, sobre todo gracias al ligero sistema operativo que necesita muchos menos recursos.
Aquí lo dejamos por ahora. En el próximo artículo compararemos las tablets con los e-readers y veremos en qué debemos fijarnos a la hora de elegir nuestra tablet.
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¿Para qué sirven?
Esta es la primera pregunta que a todos nos viene a la cabeza. La siguiente es “Si ya tengo un smartphone y un portátil, ¿para qué la quiero?”. Las respuestas a estas cuestiones son difíciles. Las tablets son dispositivos que realizan muchas tareas que ya hacemos con ordenadores y smartphones, pero sin llegar a sustituir a ninguno de éstos.
1- Acceso a Internet
Este es, muy posiblemente, el mayor atractivo de estos dispositivos. La inmensa mayoría de las tablets cuentan con una conexión Wi-Fi, pudiendo acceder a internet desde diferentes lugares. Además, muchas tienen conexión 3G para conectarnos a la red gracias a una tarjeta SIM. Básicamente, lo que todos solemos hacer al conectarnos es navegar, descargar software y contenido multimedia, acceder a nuestro correo y, por supuesto, estar al día en nuestras redes sociales. La usabilidad de las tablets es inferior a la que podemos tener con un portátil, pero son mucho más cómodas de transportar y la pantalla es mayor y mejor que la de los smartphones.
2- Aplicaciones y juegos
elegir una tablet Galaxy Tab 10.1Ya sabemos todos que lo primero que hacemos como novatos de Android es llenar nuestro dispositivo de apps. Poco a poco, vamos perfilando nuestras verdaderas necesidades y vamos instalando aplicaciones y juegos que nos interesan de verdad. Con ellas podremos hacer de todo: trabajar con archivos que estén en la memoria de nuestra tablet, todo lo relacionado con internet, aumentar nuestra productividad y nuestro ocio con lo almacenado en la nube (archivos de texto y hojas de cálculo, música y cine en streaming, etc) y, por supuesto, jugar. Es el dispositivo ideal para cuando salimos de viaje, donde nos podemos llevar todo lo que necesitemos en muy poco espacio.
3- Multimedia
Otro de los puntos fuertes de estos dispositivos. No sólo podemos reproducir música y vídeo, sino que podremos gestionar todos los servicios on line como Flickr!, Picasa, Youtube, etc. Y no olvidemos que nuestra tablet se puede convertir en el verdadero corazón multimedia de nuestra casa: gracias a las conexiones Wi-Fi y, sobre todo, a las DLNA, podemos reproducir los contenidos de la tablet en nuestro televisor.
4- Leer
Desde hace mucho tiempo ya, casi cualquier dispositivo permite leer documentos (de texto, hojas de cálculo, pdf), y las tablets no podían ser menos. Además, podremos leer diferentes tipos de ebook. En cuanto a si es mejor una tablet o un e-reader, lo veremos más adelante.
Tecnología
Como hay muchos tipos de tablets, veremos sólo las principales características.
1- Pantalla
Una de las partes más importantes de una tablet es la pantalla. Ella es la que determina el tamaño general del dispositivo y, muchas veces, su precio. Las hay de muchos tamaños pero la mayoría oscila entre las siete y las diez pulgadas, casi todas con tecnología táctil multipunto para poder usarlas con varios dedos a la vez (no sólo dos).
2- Conectividad
Es imprescindible un acceso a internet, bien por Wi-Fi, bien por 3G. Además, muchas traen conexión USB (excepto el iPad) y bluetooth.
3- Sistema Operativo
Aunque existen varios, ya sabréis los que leáis este blog las bondades de Android (Además de ser el S.O. instalado en la mayoría de las tablets). Cuando compréis una deberéis tener cuidado con la versión de Android. En general debería tener la 2.2 (Froyo) o 2.3 (Gingerbread), aunque lo ideal sería que llevara la Honeycomb (3.0 o superior), aun son muy pocas las que incluyen Ice Cream Sandwich (4.0) que es la versión definitiva que unifica los smartphones y tablets Android. Tened en cuenta también que sólo las más potentes serán actualizadas y cuidado con la publicidad engañosa, que hay periódicos que ofrecían “tablets con Android 4.0” antes incluso de que Google lo sacara.
4- Procesador
elegir una tablet Asus TransformerComo en toda máquina informática, es el corazón del equipo y, por tanto, parte esencial de él. En la gama alta actualmente el estándar está en procesadores de 1 GHz, con doble núcleo, aunque también podemos encontrarlos a 1’5 GHz y con cuatro núcleos. Obviamente si lo que pretendemos es poder ejecutar las aplicaciones más exigentes (juegos en 3D por ejemplo) deberíamos optar por uno de éstos. Pero no todos necesitamos semejante máquina para nuestras habituales navegaciones por Internet, ver películas y leer libros y revistas, para lo que valdrían la mayoría de las tablets del mercado.
5- Memoria
Otro elemento que no debemos obviar, como en nuestros ordenadores. Las tablets poseen memoria RAM, además de la de almacenamiento. La primera será vital para determinar el rendimiento de las aplicaciones… y también el precio. Las más básicas tienen 512 MB y las de alta gama ya llegan hasta los 2 GB.
Pero… ¿en qué se diferencia una tablet de un portátil?
Pues, además de lo obvio (el teclado), hay varias diferencias:
Sistema Operativo – Claro. Ya no trabajaremos con Windows, ahora tenemos para elegir iOS, Linux, QNX (de RIM) y, por supuesto, Android. Y todos estamos expectantes para ver la nueva interfaz táctil de Windows 8.
Uso – Como muy bien dijeron Carlos y Jaume en uno de los Pregúntale a Andro4all, la tablet es básicamente para consumir contenidos, mientras que el portátil servirá mejor para crear contenidos, y a ello están enfocados tanto el hardware como el software.
Interfaz – También muy obvio. Las tablets han sido diseñadas para ser controladas mediante una pantalla táctil, y el software está diseñado para una mejor usabilidad, más fácil e intuitivo.
Movilidad – Aunque ambos dispositivos son diseñados para ser transportados con facilidad, en los tablets este deseo está llevado a su máxima expresión. Mucho más ligera, pequeña y manejable la tablet resulta mucho más cómoda para transportarla.
Autonomía – Aquí sí que hay diferencia. La duración de las tablets son mucho mayores que las de los portátiles, sobre todo gracias al ligero sistema operativo que necesita muchos menos recursos.
Aquí lo dejamos por ahora. En el próximo artículo compararemos las tablets con los e-readers y veremos en qué debemos fijarnos a la hora de elegir nuestra tablet.
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iPad y Samsung Galaxy Tab frente a frente
Con la salida del Samsung Galaxy Tab ya tenemos por fin un contrincante real para el iPad. Digo contrincante porque buscan público parecido y real porque que Samsung tenga el Galaxy Tab es ya una declaración de intenciones de que los tablets con Android han llegado. Otra cosa es si lo hacen en el mejor momento o de la forma adecuada.
Mientras el tablet de Samsung queda definido más como un teléfono avanzado que crece en pantalla para aumentar sus posibilidades, el iPad de Apple sí que plantea el concepto de tablet de consumo para contenidos, navegar por Internet y comunicación ocasional. Dicho de otro modo, el Galaxy Tab sobresale del bolsillo y el iPad se sale de él.
Hardware, dos ideas diferentes
Seguramente, y es mucho decir, la parte física del Galaxy Tab y el iPad sean la parte que tienen más en común. Ambos equipos ocupan un área perdida entre los teléfonos móviles y los portátiles de menores dimensiones. Podríamos incluso valorarlos como ultraportátiles maduros, siempre con matices.
Más allá del área de ocupan, las dimensiones de las pantallas es el primer encontronazo entre el iPad y el Samsung Galaxy Tab. El primero apuesta por una pantalla cuadrada de casi 10 pulgadas y resolución de 1024×768 píxeles que con toda seguridad no tardará en mejorar gracias a la incorporación en la siguiente generación de un panel Retina Display.
El modelo de Samsung se queda en las siete pulgadas y la resolución es muy similar, 1024 × 600 píxeles. Ellos han optado por un formato de pantalla apaisado más acertado a mi parecer y cómodo a la hora de sostenerlo con una mano. Lo que ha desaprovechado Samsung es colocar una pantalla mucho mejor, SuperAMOLED por ejemplo, para poder destacar y mejorar cómo se verá la misma en exteriores, pues el Galaxy Tab está más enfocado a sacarlo de paseo.
Con un grosor similar, el Samsung Galaxy Tab gana la partida del peso por goleada: 380 frente a los más de 700 del modelo 3G de iPad equivalente. Sin duda uno de los puntos fuertes del tablet de Samsung, que aún con 7 pulgadas mantiene el tipo muy bien.
A falta de comprobar de primera mano la fluidez de funcionamiento de Android 2.2 en el Galaxy de Samsung, el procesador Apple A4 y el Cortex A8 andan a la par en velocidad pero el control que Apple hace del procesador más software prometen mejor experiencia con el iPad.
De las conexiones físicas debemos dar un minipunto a Samsung por incluir una ranura para tarjeta de memoria microSD que permite ampliar la capacidad disponible de 16 y 32 Gb de serie. Por lo que no ha optado es por colocar puerto USB ni salida de televisión vía HDMI. Apple evidentemente tampoco la tiene en su iPad.
También mejora el Samsung Galaxy Tab al iPad actual en la cámara de fotos, más que nada porque el tablet de Apple no lleva. Son dos, una frontal para videoconferencias y otra principal para hacer fotos, algo en lo que pocos piensan cuando ven el Galaxy Tab.
Conectividad, cada uno tira para su lado
En la parte de conectividad de nuevo hay muchas diferencias. El Samsung Galaxy Tab no tiene versión solo WiFi y apuesta de inicio por el 3G. Potenciar su uso como elemento de comunicación de voz y SMS es uno de sus propósitos, así que no cabía otra opción.
La conectividad WiFi y Bluetooth se elevan a la máxima potencia en el modelo de Samsung con la apuesta por los tipo n y 3.0 respectivamente. Es claramente superior al iPad en la capacidad del bluetooth, no limitado. El tablet de Apple gana sin embargo en la inclusión de GPS. En la autonomía ambos aguantan prácticamente lo mismo.
Aplicaciones y sistema operativo, el quid de la cuestión
Más o menos abierto, mejor o peor en diseño o conectividad, lo verdaderamente importante de estos tablets serán las aplicaciones. Y ahí Apple de momento lleva las de ganar. Su iOS ha sido adaptado muy bien al iPad, mientras que con Android todo son preguntas que hacerse.
Pero hay otros dos factores importantes. Uno es el de los desarrolladores, que se sienten mucho más cómodos (una vez aceptadas las condiciones de Apple) a la hora de desarrollar para una plataforma controlada y en la que se ha demostrado desde hace tiempo que funcionan las aplicaciones y se hace dinero. Por otro lado, hay separación entre aplicaciones para el iPhone y las que son para el iPad, algo vital.
Android y por tanto el Samsung Galaxy Tab contará con la ventaja y desventaja al mismo tiempo de que sea usado en varios equipos diferentes. Y en lo abierta de su solución, pero quizás hayan cometido el error de empezar la carrera sin tener el coche listo.
Al final, la sensación para el consumidor es de que Apple lo tenía todo pensado con la salida del iPad mientras que los tablets con Android son de momento un experimento a la búsqueda de suerte y el apoyo de desarrolladores. Con HoneyComb la historia podría cambiar.
En mi opinión personal la decisión final la tiene el consumidor final. Pero lo que si puedo alegar es para que demonios quieres una Tablet con bluetooth si no puedes compartir cosa con tus amigos por ejemplo música, imágenes etc. (ipad) , además de que no puedes conectarle una memoria usb y checar tus archivos :S
Mientras el tablet de Samsung queda definido más como un teléfono avanzado que crece en pantalla para aumentar sus posibilidades, el iPad de Apple sí que plantea el concepto de tablet de consumo para contenidos, navegar por Internet y comunicación ocasional. Dicho de otro modo, el Galaxy Tab sobresale del bolsillo y el iPad se sale de él.
Hardware, dos ideas diferentes
Seguramente, y es mucho decir, la parte física del Galaxy Tab y el iPad sean la parte que tienen más en común. Ambos equipos ocupan un área perdida entre los teléfonos móviles y los portátiles de menores dimensiones. Podríamos incluso valorarlos como ultraportátiles maduros, siempre con matices.
Más allá del área de ocupan, las dimensiones de las pantallas es el primer encontronazo entre el iPad y el Samsung Galaxy Tab. El primero apuesta por una pantalla cuadrada de casi 10 pulgadas y resolución de 1024×768 píxeles que con toda seguridad no tardará en mejorar gracias a la incorporación en la siguiente generación de un panel Retina Display.
El modelo de Samsung se queda en las siete pulgadas y la resolución es muy similar, 1024 × 600 píxeles. Ellos han optado por un formato de pantalla apaisado más acertado a mi parecer y cómodo a la hora de sostenerlo con una mano. Lo que ha desaprovechado Samsung es colocar una pantalla mucho mejor, SuperAMOLED por ejemplo, para poder destacar y mejorar cómo se verá la misma en exteriores, pues el Galaxy Tab está más enfocado a sacarlo de paseo.
Con un grosor similar, el Samsung Galaxy Tab gana la partida del peso por goleada: 380 frente a los más de 700 del modelo 3G de iPad equivalente. Sin duda uno de los puntos fuertes del tablet de Samsung, que aún con 7 pulgadas mantiene el tipo muy bien.
A falta de comprobar de primera mano la fluidez de funcionamiento de Android 2.2 en el Galaxy de Samsung, el procesador Apple A4 y el Cortex A8 andan a la par en velocidad pero el control que Apple hace del procesador más software prometen mejor experiencia con el iPad.
De las conexiones físicas debemos dar un minipunto a Samsung por incluir una ranura para tarjeta de memoria microSD que permite ampliar la capacidad disponible de 16 y 32 Gb de serie. Por lo que no ha optado es por colocar puerto USB ni salida de televisión vía HDMI. Apple evidentemente tampoco la tiene en su iPad.
También mejora el Samsung Galaxy Tab al iPad actual en la cámara de fotos, más que nada porque el tablet de Apple no lleva. Son dos, una frontal para videoconferencias y otra principal para hacer fotos, algo en lo que pocos piensan cuando ven el Galaxy Tab.
Conectividad, cada uno tira para su lado
En la parte de conectividad de nuevo hay muchas diferencias. El Samsung Galaxy Tab no tiene versión solo WiFi y apuesta de inicio por el 3G. Potenciar su uso como elemento de comunicación de voz y SMS es uno de sus propósitos, así que no cabía otra opción.
La conectividad WiFi y Bluetooth se elevan a la máxima potencia en el modelo de Samsung con la apuesta por los tipo n y 3.0 respectivamente. Es claramente superior al iPad en la capacidad del bluetooth, no limitado. El tablet de Apple gana sin embargo en la inclusión de GPS. En la autonomía ambos aguantan prácticamente lo mismo.
Aplicaciones y sistema operativo, el quid de la cuestión
Más o menos abierto, mejor o peor en diseño o conectividad, lo verdaderamente importante de estos tablets serán las aplicaciones. Y ahí Apple de momento lleva las de ganar. Su iOS ha sido adaptado muy bien al iPad, mientras que con Android todo son preguntas que hacerse.
Pero hay otros dos factores importantes. Uno es el de los desarrolladores, que se sienten mucho más cómodos (una vez aceptadas las condiciones de Apple) a la hora de desarrollar para una plataforma controlada y en la que se ha demostrado desde hace tiempo que funcionan las aplicaciones y se hace dinero. Por otro lado, hay separación entre aplicaciones para el iPhone y las que son para el iPad, algo vital.
Android y por tanto el Samsung Galaxy Tab contará con la ventaja y desventaja al mismo tiempo de que sea usado en varios equipos diferentes. Y en lo abierta de su solución, pero quizás hayan cometido el error de empezar la carrera sin tener el coche listo.
Al final, la sensación para el consumidor es de que Apple lo tenía todo pensado con la salida del iPad mientras que los tablets con Android son de momento un experimento a la búsqueda de suerte y el apoyo de desarrolladores. Con HoneyComb la historia podría cambiar.
En mi opinión personal la decisión final la tiene el consumidor final. Pero lo que si puedo alegar es para que demonios quieres una Tablet con bluetooth si no puedes compartir cosa con tus amigos por ejemplo música, imágenes etc. (ipad) , además de que no puedes conectarle una memoria usb y checar tus archivos :S
Apple vs Google; iOS vs Android
Ahora no solo trucos informaticos si no tambien de tablets y celulares
Ya hemos superado la época en la que nos asombrábamos con los gráficos que se pueden ver en un videojuego de smartphone. A todo –o casi todo– el mundo le da igual que el iPhone 4S tenga 512 MB de memoria RAM y el Galaxy Nexus tenga más de 1 GB.
Pasaron los días de “la carcasa de mi teléfono es más bonita que la tuya” y ya nunca importará tanto el diseño externo del teléfono como con las carcasas intercambiables de tus Nokia. Nadie habla ya sobre si el iPhone posee una calidad de audio mayor, como hace unos años, o de si con un HTC entre tus manos te ves obligado a realizar varios hard reset al mes, como ocurría cuando sólo llevaban WP5. Ahora, ni siquiera importa la batería del teléfono excepto para los pocos que seguimos con un smartphone de gama baja.
No, ahora ya no importa tanto todo eso. Hoy en día, el tema es Apple contra Google; iOS contra Android. La tradición de los últimos años contra la potencia del momento. El visionario con carisma contra tu mejor amigo en Internet, la confianza contra la innovación. Y así es como se ve a estas dos compañías fuera del mundo geek, en espacios como la publicidad, que define a las personas a través de la imagen que da de ellos un teléfono móvil determinado. Así, quien lleva un iPhone es un alto ejecutivo, un hombre que quiere un capricho caro. Alguien que quiere trabajar y divertirse al mismo tiempo, que sus compañeros de oficina y sus acompañantes en un restaurante caro vean una manzana mordida en el dorso plateado de su móvil cuando recibe un urgente mail que debe responder, porque siempre está ocupado. Nunca descansa, nunca olvida el trabajo, siempre está on, por eso merece un iPhone.
En la otra vertiente, quien usa un dispositivo Android es un usuario habitual de redes sociales, un chico joven con aspiraciones y que siempre está investigando nuevas formas de comunicación. Alguien que siempre tiene un álbum de fotos de una noche de fiesta que subir y quiere hacerlo rápido. El chico que puede decirte en un minuto la clave WEP del WiFi de tu vecino con echar un vistazo a la pantalla, o el que quiere publicar en su blog rápidamente cómo ha ido el día. El que tiene un fondo azul claro lleno de nubes y un bonito reloj minimalista impreso sobre una enorme pantalla brillante. Tengo veinticinco años y ya es hora de empezar a ser serio, pero, antes de ponerme con ello, subiré las fotos de la fiesta de anoche. Eso dice un Android.
El caso es que este tema de discusión se está llevando a un extremo cada vez más absurdo. Pensemos, por un momento, en una persona que no tiene ni idea sobre nuevas tecnologías. Un hombre de unos cincuenta años que sólo quiere llamar por teléfono y su hijo no deja de hablar de que con un smartphone puede hablar gratis, que puede escribir gratis, que puede hacer cosas increíbles. Estamos en crisis, pero su operadora le ofrece uno de esos modelos de teléfono que ha visto por la tele, con una pantalla gigante. De hecho, es una pantalla tan grande que le hará preguntarse si de verdad necesita algo tan grande para hablar por teléfono. Y la agradable teleoperadora le comenta el fútil precio y la permanencia obligada pasa como por alto, como de puntillas; en realidad no es tan caro, y puede sentirse como un veinteañero o como un hombre de negocios por el tiempo que lo esté usando. En realidad, hasta parece un gran trato: una nueva máscara, bien definida, a su servicio. ¿Cuál quiere? ¿La manzana o el androide?
Por una parte, la más estricta tecnológicamente hablando, desde Apple se intenta demostrar siempre cierta innovación en cada nuevo terminal, y en la parte más “rosa” (menos tecnológica) se encuentran las famosas demandas. La idea es de una lógica aplastante; quien denuncia antes al otro por plagio tiene más posibilidades de ganar prestigio ante los potenciales compradores. Pero este posible comprador no lo piensa, simplemente le atrae la idea de hablar con su teléfono como si de un asistente personal se tratara. En la otra mano tenemos a los fans más acérrimos de Google, que se basan en la idea de la magia de poseer un núcleo Linux y el código abierto para dirigir las conversaciones sobre tecnología. Así, en una conversación consiguen que la idea de que nuestro nuevo asistente, Siri, ya no sea tan innovadora. ¿Entonces? ¿Qué es lo que quiere este comprador realmente?
¿Apple o Android? ¿Qué prefieres tú?
de http://dosisgadget.com/apple-vs-google-ios-vs-android.html
Ya hemos superado la época en la que nos asombrábamos con los gráficos que se pueden ver en un videojuego de smartphone. A todo –o casi todo– el mundo le da igual que el iPhone 4S tenga 512 MB de memoria RAM y el Galaxy Nexus tenga más de 1 GB.
Pasaron los días de “la carcasa de mi teléfono es más bonita que la tuya” y ya nunca importará tanto el diseño externo del teléfono como con las carcasas intercambiables de tus Nokia. Nadie habla ya sobre si el iPhone posee una calidad de audio mayor, como hace unos años, o de si con un HTC entre tus manos te ves obligado a realizar varios hard reset al mes, como ocurría cuando sólo llevaban WP5. Ahora, ni siquiera importa la batería del teléfono excepto para los pocos que seguimos con un smartphone de gama baja.
No, ahora ya no importa tanto todo eso. Hoy en día, el tema es Apple contra Google; iOS contra Android. La tradición de los últimos años contra la potencia del momento. El visionario con carisma contra tu mejor amigo en Internet, la confianza contra la innovación. Y así es como se ve a estas dos compañías fuera del mundo geek, en espacios como la publicidad, que define a las personas a través de la imagen que da de ellos un teléfono móvil determinado. Así, quien lleva un iPhone es un alto ejecutivo, un hombre que quiere un capricho caro. Alguien que quiere trabajar y divertirse al mismo tiempo, que sus compañeros de oficina y sus acompañantes en un restaurante caro vean una manzana mordida en el dorso plateado de su móvil cuando recibe un urgente mail que debe responder, porque siempre está ocupado. Nunca descansa, nunca olvida el trabajo, siempre está on, por eso merece un iPhone.
En la otra vertiente, quien usa un dispositivo Android es un usuario habitual de redes sociales, un chico joven con aspiraciones y que siempre está investigando nuevas formas de comunicación. Alguien que siempre tiene un álbum de fotos de una noche de fiesta que subir y quiere hacerlo rápido. El chico que puede decirte en un minuto la clave WEP del WiFi de tu vecino con echar un vistazo a la pantalla, o el que quiere publicar en su blog rápidamente cómo ha ido el día. El que tiene un fondo azul claro lleno de nubes y un bonito reloj minimalista impreso sobre una enorme pantalla brillante. Tengo veinticinco años y ya es hora de empezar a ser serio, pero, antes de ponerme con ello, subiré las fotos de la fiesta de anoche. Eso dice un Android.
El caso es que este tema de discusión se está llevando a un extremo cada vez más absurdo. Pensemos, por un momento, en una persona que no tiene ni idea sobre nuevas tecnologías. Un hombre de unos cincuenta años que sólo quiere llamar por teléfono y su hijo no deja de hablar de que con un smartphone puede hablar gratis, que puede escribir gratis, que puede hacer cosas increíbles. Estamos en crisis, pero su operadora le ofrece uno de esos modelos de teléfono que ha visto por la tele, con una pantalla gigante. De hecho, es una pantalla tan grande que le hará preguntarse si de verdad necesita algo tan grande para hablar por teléfono. Y la agradable teleoperadora le comenta el fútil precio y la permanencia obligada pasa como por alto, como de puntillas; en realidad no es tan caro, y puede sentirse como un veinteañero o como un hombre de negocios por el tiempo que lo esté usando. En realidad, hasta parece un gran trato: una nueva máscara, bien definida, a su servicio. ¿Cuál quiere? ¿La manzana o el androide?
Por una parte, la más estricta tecnológicamente hablando, desde Apple se intenta demostrar siempre cierta innovación en cada nuevo terminal, y en la parte más “rosa” (menos tecnológica) se encuentran las famosas demandas. La idea es de una lógica aplastante; quien denuncia antes al otro por plagio tiene más posibilidades de ganar prestigio ante los potenciales compradores. Pero este posible comprador no lo piensa, simplemente le atrae la idea de hablar con su teléfono como si de un asistente personal se tratara. En la otra mano tenemos a los fans más acérrimos de Google, que se basan en la idea de la magia de poseer un núcleo Linux y el código abierto para dirigir las conversaciones sobre tecnología. Así, en una conversación consiguen que la idea de que nuestro nuevo asistente, Siri, ya no sea tan innovadora. ¿Entonces? ¿Qué es lo que quiere este comprador realmente?
¿Apple o Android? ¿Qué prefieres tú?
de http://dosisgadget.com/apple-vs-google-ios-vs-android.html
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